lunes, 9 de diciembre de 2013

Erwitt Elliott

Elliott Erwitt es un fotógrafo estadounidense de orígenes franceses que nació en 1928 y cuya labor fotográfica no ha llegado todavía a su fin. Ha sido un artista muy polifacético que ha sabido introducir las diferentes experiencias de su vida a su trabajo para enriquecerlo más y para ayudarnos, y ayudarse, a evolucionar y ser capaces de ver la ida desde otra perspectiva. Desde los 40 le interesó la fotografía y pronto se hizo un hueco en el mundo comercial, aunque cuando estalló la guerra en Corea, debido a que inició el servicio militar, fue destinado a Francia, donde realiza fotografías de los barracones y nos muestra la cara más sincera y curiosa de los soldados y su vida en el frente. Unas fotografías simpáticas que compiten con los retratos más duros de la guerra y el desfallecimiento de la esperanza, realizando fuertes críticas sociales y solidaridándose con la sociedad del momento.

           Cuando vuelve del campo de batalla es llamado a formar parte de la prestigiosa Magnum Photos y a partir de los 60 se pasa en gran parte al cine, y fotografía a personalidades importantes del momento como pueda ser Marilyn Monroe, Richard Nixon, Che Guevara o Jacqueline Kennedy.

                  Aunque su obra es extensa, casi lo más conocido de él son sus fotografías de perros, donde combina el sentido del humor y el ingenio con los distintos ángulos de cámara para lograr composiciones que no te dejan indiferente. Son fotografías que te sacarán una sonrisa lo quieras o no y que lleva al extremo eso de que todos los perros se parecen a su dueño.


        Espero no haber sido la única a la que le ha costado ver, en la primera fotografía, que en realidad el perro está sentado sobre la mujer. Aunque supongo que ahí radica la agudeza de estas creaciones; no dejan de sorprenderme.


                    Aunque Erwitt tiene este lado simpático e irónico, también hemos visto su lado más crítico y algo sensible. Me gustaría poner otras fotografías suyas que dejan de lado esa seriedad y humor sarcástico, pero que no dejan de tener ese punto "Elliott".




                Elliot es un maestro que sabe discernir perfectamente cuándo puede ser serio y cuándo no, cómo usar su crítico ingenio y que nos hace partícipes de su particular sentido del humor, haciendo que, instantáneamente, nos caiga bien. En mi opinión, esa una facultad bastante envidiable.
            Según él, la fotografía es realmente muy sencilla y no tiene grandes secretos. Creía que la única forma de ser un buen fotógrafo era hacer y hacer fotografías. No creo que la fotografía esconda "grandes secretos", depende más bien de quién mire a través del objetivo.
            Un saludo.


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